miércoles, 1 de octubre de 2014

Mamá en el extranjero

Ser mamá es toda una aventura. Pasas nueve meses con un ser extraño dentro de ti y al momento que nace te encuentras con un reto que dura 24/7 por el resto de tu vida y nunca más vuelves a ser la misma.
A eso agréguenle estar en un país que no es el tuyo, a veces con un idioma que no hablas, con una cultura totalmente diferente con la que creciste y sola, es de admirarse.

Hoy quisiera dedicar el inicio de mi blog a todas aquellas mujeres que han emprendido esta etapa de ser madres en un país que no es el propio. Eso no significa que no lo hayan adoptado como suyo; ellas han hecho su vida perfectamente normal, pero para muchas un pedazo de su corazón aún está en otra parte con mucha gente que también quieren y extrañan. 

Yo formo parte de ese grupo de mujeres. Desde hace casi cinco años vivo en Inglaterra donde he tenido a mis tres hijos. Ha sido una experiencia inigualable y retadora. Nunca he sido mamá en mi país, pero puedo decir que el serlo aquí no lo cambiaría por nada, por qué? por que lo que estoy viviendo me deja un sin fin de aprendizajes y sentimientos que espero poder transmitirle a mis hijos y a todas ustedes.

Mis amigas mamás en el extranjero han sido invitadas a utilizar este post como un medio de expresión. Aquí todas han escrito un poco sobre su experiencia y lo que significa para ellas esta etapa de su vida. Varias han coincidido con el provervio africano de “It takes a village to raise a child” (toma una villa para criar a un niño). Donde encontramos a la familia que el universo nos tiene destinada y con la cual compartimos tantos momentos como si fuera la propia.

Es por eso que quisiera compartir con tod@s ustedes estos escritos, tal vez se puedan identificar. Recuerda, no estas sol@ y todas compartimos el mismo sentimiento.

Así que como dice mi amiga Ivonne, "Todas somos unas fregonas por estar fuera de nuestro país, criar hijos y tratar de mantener nuestros valores, cultura y tradiciones vivas. 

Un abrazo a todas por aquellos momentos en que necesitamos una palmadita en la espalda por esas cosas buenas que hacemos"

Espero lo disfruten.  

M.




 Tania Frese Elizondo. Mamá de Santiago. Tokio Japón.

“Cuando Santiago nació llevábamos 4 años y 9 meses viviendo en Japón, así que fue una ventaja estar ya muy bien adaptados, pero aún así fue todo un mega cambio, nuestra vida dio un giro de 180 grados.... Se acabaron los bares, las fiestas o reuniones hasta tarde, (el cine si lo pudimos lograr con una buena lechita acompañándonos Ü), todo se vuelve en torno a él y no tener quien lo cuide para darte una escapadita con tu esposo puede resultar un poco abrumador (y ni hablar del idioma, ir al pediatra era toda una aventura)... y aún a pesar de todo eso es una experiencia tan hermosa que no lo puedo explicar con palabras... embarazada me hice a la idea de que no sería fácil porque estaríamos solos, y si, no fue fácil, pero te acostumbras a esas pequeñas cosas/cambios, te adaptas y lo disfrutas al máximo, el ser mamá es algo de lo más hermoso que me ha pasado y no importa si es en México, China o Japón, ha sido una experiencia maravillosa






Claudia Castillo, mamá de Isabella y Diego. California U.S.A

“Dios nunca nos deja solos, aunque vivamos fuera de nuestro país de origen siempre pone ángeles en nuestro camino que nos ayudan a salir adelante y a formar nuestra familia de una forma que no lo habíamos pensado, solamente está en nosotras de salir y buscar a esos ángeles y buscar apoyar también a otros como podamos.

Es retador vivir lejos de nuestra familia extensa, pero Dios siempre pone las cosas por algo, es una oportunidad para unirnos mucho como familia nuclear (Rodrigo, Isabella, Diego y yo) y para gozar intensamente los momentos que visitamos México. Antes de ser mamá pensaba que podía hacer cualquier cosa sola, ahora se que como ser humano nos necesitamos unos a otros y que estemos donde estemos, siempre Dios pondrá ángeles en nuestro camino. Formar una familia, en cualquier lugar donde nos toque estar, siempre será lo más hermoso que podamos hacer en nuestras vidas.”






Daniela Prat, mamá de Valentina y Julia. Sao Paulo, Brasil.

“Llegar a vivir a Sao Paulo con una nena de tres años y medio y con seis meses de embarazo fue una experiencia emocionante pero un poco aterradora.
Preguntas como: ¿A qué escuela vamos a llevar a nuestra hija?, ¿entenderá el portugués y cómo se va a comunicar?, ¿dónde vamos a vivir?, ¿dónde voy a parir?, nos daban vueltas en la cabeza día y noche. Sin embargo, a solo unos días de haber llegado a Sao Paulo, me encontré rodeada de amigas colombianas, panameñas, españolas, mexicanas y por supuesto brasileñas, y con su ayuda logramos dar respuesta a todas nuestras preguntas mucho más rápido de lo que esperábamos.  
En menos de tres meses ya estábamos instalados, con doctores, hospital y nuestra hija ya diciendo sus primeras palabras en portugués (los niños son increíbles).
Siempre me ha sorprendido la capacidad que tenemos los latinos de buscarnos entre nosotros y ayudarnos, pero aquí en Sao Paulo todas mis expectativas fueron rebasadas. Los brasileños son unos excelentes anfitriones y hacen que uno se sienta como en casa sin importar la barrera del idioma.”






Lourdes Rueda, mamá de Bruno, Amber y Carla. Southampton Inglaterra

"Cuando llegue aquí en 2006 desde España con mi hijo de 3 años, fue bastante difícil. Echaba todo de menos, pero lo que fue mas difícil fue verme sola, sin el apoyo de mi familia que tan cerca tenía antes. 
Al principio lo comparaba todo, vivía aquí pero mi corazón estaba allá;...poco a poco se fue haciendo mas fácil y ahora he aprendido a disfrutar de las cosas que este país ofrece. Me he integrado en la sociedad inglesa y tengo varias amigas españolas y sudamericanas, que están en la misma situación y se han convertido en "familia". Aquí han nacido mis dos niñas y después de 8 años ya no me planteo volver, soy feliz aquí"






Ivonne Montemayor, mamá de Ángela, Montserrat y Leonardo. Basel Suiza.


"Es difícil poder resumir la experiencia de vivir en el extranjero, en su momento representó un reto pero también una gran hazaña porque fue una de esas oportunidades que se presentan y no sabes si podrás volver a tenerla frente a frente. Nosotros teníamos dos niñas de 4 y 1 añito, tan apegadas a sus abuelos, tíos y amistades que se habían ya hecho parte de su vida, fue una decisión difícil ya que yo tendría que hacer una pausa profesionalmente y abrir la puerta a la oportunidad de ser mamá 100% de mi tiempo. Cuando informamos a nuestras familias fue también uno de esos momentos complicados pero iniciamos esta aventura en 2011 y nos fuimos a Inglaterra. Mi experiencia en Inglaterra fue excepcional, con sus altas y bajas. Creo que Dios no pudo habernos puesto en mejor lugar, conocimos a familias que ahora son entraniables y quienes nos dieron a todos parte de su corazón, tiempo y nos permitieron vivir experiencias únicas, algo asi como una segunda familia, lo cual me da pie a hablar de la familia en México y cómo la tarea de mantenerse en contacto con ellos depende al cien por ciento de nosotras madres, y creo que hasta el momento lo he hecho bien. La única situación que uno no puede controlar es el olvido por parte de tus ninios, porque al estar pequenios las personas que los rodean y conforman su entorno son quienes ellos consideran su familia, por lo que la tarea de transmitirles ese amor que desde Mexico se les tiene, no es fácil, pero es totalmente posible, solo no hay que quitar el dedo del renglón.
Ahora nos encontramos en una etapa de transición porque nos hemos movido nuevamente gracias a una nueva oportunidad de trabajo para mi esposo en una nueva companía y estamos llegando a Suiza. Por ahora ha sido mucho de recordar ese primer difícil año en Inglaterra, sin embargo creo que al ser mi segunda experiencia estoy emocionalmente más preparada y me he declarado competente desde el primer día. A dos semanas de haber llegado tuve que decidir el área donde desearía vivir, elegir nuestra casa y escuela de mis niñas, entre las comunes cosas que uno tiene que hacer en casa. Tengo un bebe de 8 meses que nació en Inglaterra y ahora lo que viene es apoyar a mi esposo, a mis ninios a adaptarse y mantenerme fuerte como pilar de este hogar, que se mueve quizá de un país a otro, pero que en esencia somos los mismos y creo que con amor venceremos juntos cualquier cosa que se presente. Me dicen que soy muy valiente, muy fuerte, pero no lo soy, solo soy una mamá que persigue la felicidad de los suyos y que sigue al amor de su vida a donde la lleve con mucha Fé y admiración, y me encomiendo siempre a Dios para no dejarme vencer ante las situaciones no tan bonitas que se puedan presentar. Obviamente tengo momentos de desesperación, donde mis emociones están al límite y es ese gran hombre que me acompaña el que me da fuerza y valor para ver lo positivo y seguir, son esos tres niños los que ni un minuto me dejan tirarme del barco, sus sonrisas y su amor. Asi que si eres una de esas mujeres que estan por decidir si dejar Mexico, dejar su profesión de lado por un tiempo para ser mamá, por favor hazlo; las experiencias que vivirás son inimaginables y nadie allá dejara de quererte porque esos pilares son fuertes y para toda la vida.
Viviendo en el extranjero les aseguro que aprenderán a ser más independientes, más humildes, más respetuosas y valorarán cada uno de los siguientes instantes de tu vida. Su matrimonio se fortalecerá , habrá crisis pero les recomiendo enfrentarlas con amor, dediquen siempre un tiempo fuera para ustedes."






Catalina Restrepo, mamá de Gabriela y Cristobal. Houston Texas.

“Viviendo en el extranjero y criando hijos fuera de tu país de origen, te ayuda a comprender que fuerte es el impacto de la gente que no es tu familia en la vida de tus hijos. Ese apoyo de la gente que conoces en tu país que parece tan natural – especialmente si vienes de Sudamérica donde las familias son muy numerosas- toma tiempo en formarse en un país extranjero, pero no tanto para confiar (no hay mucho tiempo que perder!)

Unos meses atrás, mis hijos estaban jugando en una zona del centro comercial  Yo al pendiente de ellos. Mi hijo el mayor desapareció en cuestión de segundos mientras mi hija continuaba jugando sin darse cuenta de lo que sucedía. Ahi estaba yo buscándolo y llamándolo sin mostrar pánico. Una Buena mujer se dio cuenta de lo que sucedía y ofreció su ayuda para cuidar a mi hija mientras yo buscaba a mi hijo el cual, se había ido persiguiendo las luces atravez del corredor…y sin pensarlo confié en esa mujer y deje a mi hija con ella, con una extraña en mi villa.

De amigos, maestros, vecinos, compañeros de trabajo, mamás del colegio, la comunidad de la iglesia, etc, donde quiera que estés en el mundo esa conexión de gente es esencial. Muchas veces la damos por hecho. Por que cuando regresamos a casa durante las vacaciones siempre hay un montón de gente dispuesta a ayudarte, a veces hasta para cambiarle el pañal a mi hija (adelante digo yo!) ellos siempre están ahí, dispuestos a ayudar.

En un país extraño donde nosotras como mamás no tenemos familia y es ahí donde agradecemos esa villa…”







Ivonne Barrera, mamá de Eugenia y Patricio. Bogotá Colombia.


"Mamá en el extranjero... Lo primero que viene a mi mente... Todo lo que tú hagas, digas o sientas le va a transmitir seguridad a tus hijos, si tú estas feliz por la experiencia de conocer otra cultura....tus hijos estarán felices.
Para ellos el cambio es tan fácil y llevadero como te ven a ti.
Ser mamá en el extranjero implica cuestionarte cada sentimiento, cada expresión, cada acto, para que aquellas personitas que te están viendo absorban lo mejor de ti y sean felices con la nueva experiencia. Y como consecuencia tienes a una familia muy unida."





Claudia Lara, mamá de Adam. Londres Inglaterra.

"Este viaje ha sido como una montaña rusa. Estar en el extranjero es algo muy emocionante y tentado al principio, pero conforme va pasando el tiempo la nostalgia te va alcanzando y es inevitable el no extrañar a tu país y a tu gente. Y a pesar de que estás en un lugar bellísimo y con el amor de tu vida, la vida relativamente se va convirtiendo más solitaria, pasiva, callada, entre muchas cosas más. El proceso de adaptación es largo y a cada persona le toma diferente tiempo. 
Yo después de un año puedo decir que estoy acostumbrada aunque el hecho de que mi esposo trabaje para la armada británica (un trabajo el cual admiro y me encanta verlo en uniforme jaja) siempre habrá un pero; sus horas laborales son extensas, guardias infinitas, constantes desfiles y eventos que atender y un sueldo muy injusto; ser esposa de un soldado es muy pesado pues parece que la que se va a la guerra eres tu, ya que eres prácticamente madre soltera, y sus días libres u horas hacerlas las mas especiales del mundo como familia. Honestamente ha sido una labor muy difícil ante mi hijo pero ha valido la pena, ya que al verlos juntos jugando, platicando y riéndose mi corazón late a mil por hora y mi fuerza regresa como compañera de vida y madre. He aprendido a valorar lo más pequeño y sencillo de la vida, a apreciar a todo tipo de personas y esto me ha brindado a mi como extranjera, crecer como persona. Todo sacrificio y cambio vale la pena si lo haces con amor. Amo a mi familia y mi entorno."







Florencia de Orbegoso, mamá de Sienna y Alessia. Londres Inglaterra

"Cuando llegué a vivir a Londres, aprendí que todo iba a ser diferente a lo que estaba acostumbrada o a lo que había visto cuando era pequeña en Perú. Una de las cosas mas difíciles fue el hecho de no tener ayuda y siempre pensaba que qué  seria de mí cuando tuviera hijos. 
Bueno, llegaron mis dos hijas, una tras otra y me di cuenta que al final soy muy ingeniosa para hacer las cosas, no me complico, y si algo no se hace un día, al día siguiente se hará... O sino el fin de semana.... Y aprendí que nunca se rechaza ayuda, sea de quien sea que venga!... Por pequeña que sea , es algo que no tendrás que hacer tú.
Ir al supermercado era otra aventura... Al comienzo no sabía el nombre de las cosas para bebé , cómo las iba a saber si no las sabia ni en castellano!.. Cuantas veces compré cosas que al final terminaban en la basura, porque me equivoqué al leer o al ver la foto...
Ir al médico era otro tema! Con las justas sabía los nombres de las enfermedades, problemas y síntomas en un adulto como para saber las de un bebé... Aprendí que los sonidos, gestos y algo de latín ayuda mucho!
A cuál nursery/colegio irán las niñas? Pues al que esta más cerca de la casa...no?... Pues No!!! Ese no es outstanding! ! No tiene playground! Sólo tiene una clase! Tiene muchas clases! Es nuevo! Es viejo! Es imposible si el cura no te firma la carta! Tienes que llamar a la manager todos los días! Sólo entran los del edificio de al lado! El uniforme es horrible! O No tiene uniforme! .... Y al final, te quedas con el que esta más lejos de casa!
Diez años más tarde puedo decir que ya no extraño, vivo contenta, y aprovecho las maravillas que tiene esta ciudad al máximo junto a mi familia nuclear. Y ya aprendí a responder con un simple Si a toooodos aquellos que en Perú me preguntan... Y te acostumbras? .... Los dinosaurios no se acostumbraron......y ya sabemos que les pasó...."






2 comentarios:

  1. Estuve leyendo todas,estas experiencias pero aun no encuentro consuelo en una historia parecida a la mia, ser madre soltera en el extranjero, sin ayuda economica del padre con muy pocos amigos solo un trabajo que me agota y me gusta mucho. Si creen que es mejor idea que me devuelva porfavor haganmelo saber. Saludos

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    1. Todos tenemos una historia única.
      Muchas veces hacemos el sacrificio por una vida mejor para nuestros hijos.
      Debemos poner en una balanza si el estar lejos de nuestra familia, solas, sin apoyo y demás, vale la pena.
      Ánimo, lo estás haciendo muy bien y aunque tu hijo no lo agradezca ahorita, lo hará en su momento.
      Te invito que me sigas en la nueva página www.miroldemadre.com
      saludos!

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