Conocí a Dany
en el invierno del 2012. Estaba muy nerviosa pero sabía que quería conocerlo.
Yo estaba
pasando por un momento muy obscuro. Tenía un poco más de 5 meses de embarazo de
mi segunda hija (osea…toda hormonal), el invierno en Inglaterra estaba muy
pesado, no había ido a mi país en un año, entre otras cosas más. Con la demanda
de una niña de casi dos años y el cansancio del embarazo, mi mente se empezó a
saturar. Tenía la vida perfecta, vivía en una ciudad increíble, con un estilo
de vida envidiable, con un esposo maravilloso y una hija adorable pero...por
qué lloraba todas las noches y estaba tan irritable?!
Había escuchado
sobre la depresión post parto; que esta podía llegar hasta un año después de
dar a luz y demás; pero claro que no iba a ser eso, mi hija estaba por cumplir
2 años! Sin embargo, cuando me puse a investigar sobre el tema, leí que también
puede haber depresión y extrema ansiedad en el embarazo. Con mi investigación
coincidí con muchos de los síntomas que mencionaban y la verdad es que
estaba cansada de sentirme así. Hice una cita con mi doctor general y de ahí en
adelante lo demás es historia.
Dany es un
psicoterapeuta del area antenatal del hospital donde tuve a mis hijos. Es una
persona carismática y objetiva. Esta área se encarga de dar servicio
psicológico a niños, mujeres embarazadas, mamás que tienen una relación
complicada con sus hijos (no es mi caso he!!) y mamás en general. Fui referida
con él y cada dos semanas o una vez al mes nos reuníamos para platicar y
con eso sentía que cada vez que lo hacíamos se me quitaba un peso enorme de mis
hombros y la mortificación de abrumar a mi esposo con mis problemas, que de
cierta manera yo sentía que no eran nada a comparación de los suyos en el
trabajo. Aunque si me recetaron un medicamento en caso de ansiedad extrema, nunca
lo llegué a tomar (de buenas uff!), pero si supe de casos en donde mamás llegan
a necesitarlo y con un equipo detrás de ellas, lograr superarlo.
Él me entiende
y honestamente ahora que me he mudado de ciudad lo voy a echar de menos. Tengo
mucha suerte de haber accionado a tiempo y haberlo conocido.
La
depresión y la ansiedad son problemas bioquímicos, y por ello es posible que no
puedas evitarlos completamente si tienes tendencia a sufrirlas.
Si
presentas algunos de estos síntomas sin tener alguna respuesta al por qué ponte
alerta:
Irritabilidad
Falta de energía
Agotamiento
Patrones de sueño alterados
Aislamiento
Preocupación excesiva
Tristeza
Pánico
Baja autoestima
Pérdida del apetito (o apetito excesivo)
Dolor muscular
Aunque
no estés embarazada o ya hayas pasado la etapa de la posible depresión post
parto y te sientes así te comparto algunos puntos que me fueron de mucha ayuda:
Llévate las
cosas con calma: hay
cosas que no se necesitan hacer de inmediato. Trata de organizarte para que no
te satures. Habla con tu pareja y acuerden en cómo dividir las tareas del
hogar.
Speak up: Habla de tus sentimientos, miedos,
inquietudes y temas que te tengan intranquila. Tu pareja, amigos y familia
saben que estás pasando por una etapa donde muchas cosas están fuera de tu
control.
Descansa: Es importante hacer una pausa. El ser
mamá require de mucha energía y a menos de que alguien nos la inyecte, esta se acaba. Trata de darte al menos 15 min donde te sientes y logres cerrar
los ojos; a veces una “power nap” es mucho más efectiva que varias horas
durmiendo.
Es
totalmente normal sufrir
de estos síntomas. Los cambios hormonales y la rutina orillan a que perdamos
nocion de la situación por la que estamos pasando.
Investiga: lee e infórmate sobre lo que estas
sintiendo sin embargo, no llegues a una conclusión apresurada. A menos de que
tu misma seas una psicoterapeuta, muchas veces nos mal informamos y por lo que
estamos pasando puede ser temporal.
Sal: yo se que suena imposible pero no lo es.
Si tienes a tu familia cerca, pídeles que te ayuden a cuidar por un par de
horas a tu hij@. Si no tienes familia y puedes costearlo, contrar a una niñera
o deja a tu hij@ con tu pareja. Ese par de horas te hará bien y te ayudará a
despejarte y a tomar aire fresco.
Busca ayuda: el hecho de que busques ayuda no
significa que seas débil. Eres fuerte y honesta y al final del día tu debes de
estar bien para que tu familia esté bien. Hay doctores especializados y grupos
de apoyo que te ayudarán a sentirte mejor.
Recuerda
La
salud emocional es tan importante como la salud física. Es muy sencillo y tu te
conoces mejor que nadie, si sientes algo que tu sabes que no es normal o común
en ti, es hora de tomar acción.
M.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario